En febrero de 2010, la revista GoMag me invitó a realizar unos textos para su sección relacionada con las nuevas tecnologías, Maschine! (artículo). Se habló del advenimiento de los controladores en el DJ Digital.
Me divertía con esos juguetes (hoy en día lo sigo haciendo), y veía normal su incorporación en las cabinas como un complemento. Ahora más que un complemento se está convirtiendo en un sustituto.
Por otra parte, la comodidad de las nuevas tecnologías sin dejar el formato tradicional de mezcla, plato Technics y mesa de mezclas, me van a perdonar, pero no lo vi (ni lo veo) tan drástico como se nos llegó a vender en sus inicios, claro que para la industria del vinilo, que tanto me gusta, ha sido un paso más hacia su desaparición.
Respecto a la sincronización desde el ordenador a un plato Technics y su variador de velocidad o bpm (Pitch), desconozco que la haya, y en otros aspectos me fío más del oído que de otras astucias al trabajar con el vinilo y software. Con el CDj difiere, y tiene sus ventajas, la vibración (entre otros aspectos) rara vez afecta.
No quisiera extenderme en relación a matices muy técnicos ya que no es el fin del post, y me gustaría que todo el que lea la entrada comprenda mi sana intención.
He de reconocer que sería una pena el no llegar a ver en los Clubs la forma clásica del Disc-Jockey, me refiero al vinilo junto a una mesa de mezclas acompañado o no de software. Y uno no dice esto por nostalgia, la mezcla tradicional te envuelve en un estado difícil de explicar con palabras, pero fácil de trasmitir al público.
Como decía al inicio de la entrada, sigo disfrutando mucho de estos juguetes (los controladores), y los que bien me conocen saben mi respeto hacia el DJ Digital. Y tengo muy claro que cierto sector de DJs hacen de su uso todo un arte, pero creo que en ocasiones podría verse mermada la esencia si no es tratada con destreza, “puro talco” vamos…
El vídeo no tiene desperdicio.